Prueba a buscar algo importante en internet. Por ejemplo, “amor”.
Todos los resultados están mal. Todo está roto. “Encontrar el amor, el gran amor, hacer el amor”, dice el gran pozo de basura que es enfemenino. No es poesía, es SEO.
Quizá encontremos alguna pista (una imagen, un frase, una idea), pero estaremos tan cansados de buscar que no reconoceremos las señales que nos dicen “es por aquí”.
En un mundo en el que faltan fábulas, buscamos mitologías compartidas en Kim Kardashian, Belén Esteban y Letizia Ortiz. En un mundo sin tiempo para la ficción, acabamos leyendo sobre el amor en Upsocl. En un mundo sin Héctor ni Aquiles, nos sirve el héroe viral que salvó a un cachorro. Sin novelas de caballerías que nos enfermen, Forocoches nos llama a todas P_T_S.
Internet podría contener todas las historias, pero si buscas “amor”, te sugieren que lo intentes con “amor Gran Hermano”. Estamos todos a la vez buscándolo todo en Google, que es último lugar donde hacerlo.
Todo esto para decir que he vuelto a leer novelas.